por la DRA GEMMA TALLÓ
Los vómitos y la diarrea en la infancia son los síntomas característicos de la Gastroenteritis, infección del aparato digestivo. Recientes estudios demuestran que aumentan los casos de Gastroenteritis
¿Cómo debo proceder si tengo estos síntomas?
La mayoría de cuadros son víricos y se curan en pocos días. Si se prolonga el cuadro (más de una semana de diarrea), aparece fiebre y/o moco y sangre en las heces, es preciso un control médico para descartar que la infección no sea bacteriana, en cuyo caso puede requerir tratamiento antibiótico (pero no siempre).
A menor edad del niño, antes hay que contactar con un pediatra para que nos aconseje cual es el mejor manejo de los síntomas.
La principal complicación de la Gastroenteritis es la deshidratación. La pérdida de líquidos se produce porque el niño vomita lo que ingiere y también porque las heces son más líquidas, abundantes y frecuentes de lo normal. El niño deshidratado está menos activo de lo normal, los labios tienen aspecto seco y el niño muestra avidez por beber.
Lo primero que se puede hacer ante un niño que vomita es ofrecerle Suero de Rehidratación oral de forma fraccionada : poquito (5-10 mls) muy a menudo (cada 5-10 minutos), con una jeringa, durante una hora aproximadamente. Se desaconsejan los zumos y bebidas comerciales por su alto contenido en azúcar.
Si el niño vomita a pesar de seguir esta pauta, debéis llevarle a vuestro pediatra o a Urgencias.
¿Alguna dieta recomendada?
Actualmente se aconseja que la dieta del niño con Gastroenteritis debe ser lo más normal y variada posible, ofrecer poca cantidad de comida y más a menudo de lo normal. No se aconsejan leches especiales ni dietas astringentes ni restrictivas.
Cuando el niño deja de vomitar, si come un poco de alimento sólido, se le debe ofrecer agua como bebida.
¿Se contagia?
El contagio de la Gastroenteritis es “fecal-oral” por lo que la higiene de manos después de cambiar el pañal del niño enfermo y antes de manipular alimentos es esencial para evitar la propagación de esta enfermedad.
Se aconseja que el niño no acuda a la guardería/escuela hasta que los síntomas hayan desaparecido.
En caso de dudas, evolución tórpida o reaparición de síntomas que parecían superados aconsejamos contactar con un pediatra.
Signos de alarma
Conviene estar alerta a los síntomas que pudieran dar indicios de que la gripe se ha complicado y por los que debéis consultar con vuestro pediatra, como por ejemplo:
- Si tiene fiebre alta y mantenida y tras 3-5 días no desciende.
- Si está muy decaído, adormilado y poco activo.
- Si le salen manchitas en la piel. La gripe a diferencia de otras muchas enfermedades víricas de los niños, no produce exantema (lesiones en piel).
- Si la tos empeora con el paso de los días.
- Si tiene una respiración agitada, más frecuente de lo normal u observas dificultad respiratoria o pitos.
Los síntomas de la gripe suelen desaparecer a la semana, aunque la tos y los mocos pueden persistir durante quince días.